jueves, 24 de febrero de 2011

Día en verde

(Para los días desesperanzadores)


Despierta sonriente
rompiendo burbujas de ensueño.
esta listo para caminar
nuevo aire
surco de esmeraldas.

Afuera está el sol
salió con pájaros y crisantemos
brotando de una canción
que silva tibiamente
los cipreses de la estación

Adentro, su alma
lucha reposando inquieta,
está acolchonadita,
estirada sobre el césped,
que pica,
pensando en su libertad.

La esperanza,
dulce manzana,
fruto del poeta
del niño y de la llama,
no espera la lluvia,
sino que sale a buscarla,
la encuentra
la desafía
y la besa

Entonces él y la madre selva
con sus lúdicas manos
trepan la altísima arboladura
/gigantesco bosque de edificios
enorme fruto de desolación!/

Pero no temas,
ellos nunca caerán,
y si eso sucede,
será hacia el infinito
olimpo de vitalidad.

Mirada de jade
paso de trébol
suspiro de terciopelo montañoso…
¡No subas a la nave,
sobrevuela sus cabezas,
distánciate de la cruz,
del olvido hipócrita
de la razón sin corazón!

Bebe el día verde,
de la raíz hasta la copa
el nacimiento de un nuevo Dios
muere en cada lejano instante
con todas tus lágrimas.
Como la ola que rompe en la costa,
su bruma roja,
la noche blanca…
marcará el sinfín.  


a Matu






0 comentarios:

Publicar un comentario