sábado, 26 de marzo de 2011

::::::::::::::::::::::Sopla:::::::::::::::::::::::::::::::

Que ganas de no estar
Que ganas de ser
                            Viento
                             Que viene del fuego
                                                    Pausible silbador
                                                    Frenética sutileza
                                                                    De las almas
                                                                    Que caminan
                                                                                         Desposeídas
                                                                                         Rumbo al mañana


Que ganas de no estar
Que ganas de ser
                             Viento
                             Que viene del fuego
                             Meterme por tu ventana
                                                       Destaparte
                                                       Despeinarte
                                                                           El corazón
                                                                           De un soplido
                                                                                                  Y desvanecer


Que ganas de no estar
Que ganas de ser
                             Viento
                             Que viene del fuego
                                                               Y va
                                                                Hacia el mar
                                                                Desparramando semillas
                                                                                          Por el barro
                                                                                          De siete colores
                                                                                                                    Al volar                                                                                       





miércoles, 23 de marzo de 2011

Liviano Lo Pesado

El arpa suena con un trueno
Y a lo lejos
Un rayo diurno cae sobre un limón.
Mientras,
Un gran algarrobo se desprende
De su ínfima semilla.
Granito de invierno,
El rocío moja el pasto
Y el vapor de las nubes
Esconde la cima de la montaña.

Llevás tu mochila,
Pesada de sonrisas y lágrimas,
A paso de elefante.
Caminás como una molécula
Sobre las gotas
Bajo las rocas
                        De lodo aceitunado
Dejá de caer
                      Y saltá!
                       Elevate!!
Como el viento sopla al pez
Que viaja en una burbuja acaramelada.

Suena la campana de cristal.
Crash!!!
Toneladas de hilo pesado como el plomo
Se desprenden por el cielo
                                           Infinita bóveda de peluche metálico
                                           Cae sobre nosotros.

Niña ojos de oro
Mejor ponte el gamulán,
Pues hace mucho color.
Las flores cansadas
Y rendidas
 Se hacen humo,
                          luego cenizas.
Al subir la noche,
Con tigo o sin ti,
Dormiré en el papel,
Y despertaré envuelto
En el vuelo de una pluma.


                                          

lunes, 21 de marzo de 2011

21 de marzo

Otoño 
feliz
aroma
equinoccio
crujiente
dorado
la noche se vuelve
cada vez más larga
cayendo 
en las brasas 
de un tibio sol 
entre caminos 
narices resfriadas
juegan entre ellas
nadie le teme
al frio. 


Agüita de Amaicha

Amaicha del Valle es un pueblo del interior de la provincia de  Tucumán que forma parte del circuito de los valles Calchaquíes. El nombre del lugar es originario de la ya casi desaparecida lengua Kakan y proviene de un antiguo modismo: “amaicharse”, cuyo significado es juntarse o encontrarse. Allí, donde las almas se juntan o se encuentran, el clima es muy caluroso y no llueve prácticamente nunca, “360 días de sol” dice un cartel ubicado en la plaza principal.
Sus ancestrales habitantes tienen diferentes figuras totémicas a las cuales adoran. Pero hay una que es especial para ellos por su fundamental característica. Ésta, es propia de la herencia de su cultura Diaguita-Calchaquí, la llaman el Suplicante, pues representa a una persona que mira hacia arriba, suplicándoles a los Dioses por agua.  Por eso cuando el cielo riega al pueblo, su gente, con una grandísima alegría, sale de sus casas a darle las gracias al Suplicante y a Pachamama.
Yo los vi hacerlo una noche de enero, noté la felicidad de sus rostros por como le brillaban los ojitos, abriendo los brazos, bailando a saltitos, contemplando a la nube gris. La lluvia no duro más de 30 minutos. Sin embargo a ellos les fue mas que suficiente para sentir la bendición de los señores del cielo y de la tierra, para unirse en poco tiempo, agradecidos, dejando de lado todas las diferencias y estructuras, reivindicando con el cuerpo y las entrañas el amor a la naturaleza, a la cual pertenecemos, de la que somos una parte.
En tal grata ocasión estábamos, envueltas en la mágica historia, todas las personas que sentíamos las calurosas gotas de noroeste deslizarse por nuestra cara y nuestro pecho, sin ningún prejuicio, en total armonía universal.


viernes, 18 de marzo de 2011

Crónica de La Casa 1234

A un año de:
La utopia realizable
La Casa 1234. Un proyecto cultural, político, autónomo y autogestivo.


Una casa en un barrio de la provincia de Córdoba. Muchas personas y colectivos organizados para la gestión de un espacio, hasta ese entonces, inexistente. Un lugar para el fortalecimiento de lazos, para el conocimiento y la praxis, lejos de trabas burocráticas, cerca de producciones genuinas.  


     La Casa 1234


La odisea, la aventura, el proyecto de La Casa comienza a mediados de febrero del 2010, cuando un grupo de personitas se encontraba realizando una minga de trabajo para crear y darle forma a un nuevo espacio cultural. No eran tantos, al principio estaba el Colectivo Insurgentes y un par de amigos/as, que, ente baldazos de agua fresca para pasar la calor, pintaban paredes, instalaban luces y arreglaban la vieja casona de barrio Guemes que de a poquito se iba rejuveneciendo sobre la calle Vélez Sarsfield al 1234.

Unas semanas mas tarde, precisamente un 19 de marzo, el sueño se hacia realidad; un grupo de camaradas abría las puertas y las ventanas de una casa para que quien se animara entrase a construir colectivamente un proyecto cultural, político, autónomo y autogestivo. En esa ocasión de apertura, La Casa fue intervenida por cuatro colectivos artísticos -La araña Galponera (Mendoza), Arte al Ataque (La Plata), Cambalache (Córdoba) e Insurgentes (Cba)- quienes a través de sus instalaciones planteaban diversas problemáticas como el abuso policial, el modelo agroexportador, la violencia de género, etc. Esa misma noche contó con la participación teatral de “Marcelo y los delirantes de las máscaras”. Y a la hora del cierre, el ensamble de música africana “Retumbe” hizo mover las almas al ritmo de tambores y cánticos afro/latinos.  


      Gráfica de la Araña Galponera en la muestra del 19 de marzo/2010


De esta manera se daban los primeros pasos en un nuevo camino, donde de a poco, en las asambleas de cada viernes, aparecerían nuevos personajes que aportarán experiencias a esta historia.

Durante el dulce abril florecían los primeros talleres. El primero en llegar a danzar fue el taller de folclore, seguido por el ritmo de percusión brasilera y las convocantes reuniones de aprendizaje sobre la historia de las revoluciones en América Latina.  Para el locro del primero de mayo ya se habían sumado al colectivo de trabajo la gente que integra la Peperina Rebelde -organización político/cultural-. A la vez que se ponía en marcha, en una de las habitaciones, la sala de ensayo que mas adelante se nombraría “La Algarroba”.

Mientras el otoño se marchaba crujiendo las hojas, La Casa crecía día a día de la mano de quien llegaba. Anticipándose al invierno se organizaron los “Patios Criollos”, estos eran almuerzos cargados de contenido, donde empandas, guisos, amistad, proyecciones documentales, muestras, actividades en grupo, risas y música, eran la  excusa perfecta para encontrarse un sábado al mes y seguir haciendo la huella que marcaría un rumbo.

  Durante esos fríos meses, de la mano de legisladores y empresarios, la provincia  perdía el 3,6% de bosque nativo que aun sobrevivía, asechado por la Soja y la especulación inmobiliaria. Quienes luchaban –y siguen luchando- por la vida, se reunían en la Vélez Sarsfield al 1234 para discutir, producir y promover actividades en pos de un ambiente sano y digno.

A mediados de septiembre llegaron más de 10 colectivos de todo el país para celebrar el primer encuentro Inter-provincial de arte/política “La Calle es Nuestra”. Y  junto al aroma primaveral, La Casa presentaba un nuevo ciclo llamado: “Nocturna”. Dichas reuniones cumplirían casi la misma función que los ”Patios Criollos” incorporando energías venidas del estudiantazo: Primavera rebelde, estudiantes en las calles, escuelas y universidades tomadas, una casa en barrio Guemes, arte, nuevas formas de ver y hacer política para la organización.

     Serigrafía en La Casa. “Nocturna” en apoyo al Estudiantazo 2010.

Sería demasiado extenso, mas parecido a una novela que a una crónica, narrar todos los hechos ocurridos durante el año que lleva La Casa como espacio cultural. Ya empezó el 2011 en la 1234, nuevas utopías a realizarse, a las cuales se sumaron el grupo de teatro “La vuelta al Perro”, la Red Nacional de Medios Alternativos y esta publicación gráfica, entre otras cosas

 Este pantallazo pretende presentarles un lugar que se encuentra disponible para el encuentro de ideas, proyectos y producciones;  así como también de talleres y talleristas. Por ende, lector, lectora, están invitados a construir, a ser parte, a apropiarse de esta Casa, en la cual quienes la integran, se reúnen en asamblea todos los viernes a las 20 horas entre mates y sonrisas. 

lunes, 7 de marzo de 2011

Descubrimiento de la Luz

Cuenta una antigua leyenda que hace mucho tiempo atrás, antes de que naciera la luna y las estrellas, las primeras personas que habitaron el cerro Ancasti en Catamarca le temían a la oscuridad. Cada mañana, cuando el sol iluminaba con su brillo, todo el pueblo salía de sus casas a vivir el nuevo día. Trabajaban la tierra, jugaban sobre el césped, iban al río, buscaban piedras y alimentos, se abrazaban, conversaban y construían su pequeño gran mundo con entusiasmo. Pero cuando el día comenzaba a esconderse, todos corrían en busca de un refugio que los protegiese de las tinieblas. Esto sucedía constantemente; hasta que una tarde de otoño, cuando las personas empezaban a correr  desesperadamente para ocultarse, un joven de la comunidad dejó de escapar, se dio media vuelta y enfrentó lo oscuro. Los que venían detrás de él vieron que algo salía de sus valientes ojos. Esa energía generó confianza entre quienes la percibieron, contagiándose de coraje para sublevar su espíritu contra el principal y cotidiano miedo que los acechaba. De repente, en ese preciso momento, todos y cada uno de los que se encontraban parados, firmes frente a la noche, liberaron un destello de su mirada fulgurosa que iluminó por completo la totalidad del valle, haciendo que por primera vez esas personas pudiesen verse las caras durante el tiempo que duraba la penumbra. Así, estos hombres y mujeres descubrieron que la luz nos permite mirarnos a los ojos y vernos a nosotros reflejados en los ojos que nos ven mirar. Desde aquella vez todo el Ancasti sabe que la luz nace de las miradas dispuestas que se animan a cambiar la realidad o el andar, venciendo los miedos para ver que todavía hay mucho por caminar.